Para entender Bogotá, hay que saborearla. Esta ciudad ofrece un rico mosaico culinario que combina la comida tradicional colombiana con una gastronomía innovadora. Todo comienza con un buen plato de ajiaco, la sopa insignia de la ciudad. Esta mezcla de pollo, papa criolla y mazorca reconforta y calienta, perfecta para el clima fresco de la capital. Pruébalo en La Puerta Falsa, un restaurante con historia que sirve platos típicos desde 1816.
¿Tienes antojo de algo más abundante? Ordena una bandeja paisa en Andrés D.C., un restaurante lleno de color y música donde el plato es una fiesta en sí mismo: chicharrón, arroz, frijoles, aguacate, carne molida, plátano maduro y un huevo frito.
Si quieres probar comida callejera, recorre la Carrera Séptima. Las empanadas crujientes, las arepas rellenas y las obleas con arequipe son imperdibles. Y para el desayuno, no te vayas sin un tamal acompañado de chocolate caliente, una combinación típica bogotana. La ciudad también cuenta con una creciente oferta de restaurantes gourmet y de fusión que reinventan los sabores tradicionales. La escena gastronómica de Bogotá está llena de sorpresas, con opciones para todos los gustos y presupuestos.
La ciudad también cuenta con una creciente oferta de restaurantes gourmet y de fusión que reinventan los sabores tradicionales. La escena gastronómica de Bogotá está llena de sorpresas, con opciones para todos los gustos y presupuestos.

